La humildad con Dios y con la creación es el camino más directo hacia Dios y el que no enseñó el Profeta Muhammad.
Dios creó a los seres humanos para adorarlo y, en esencia, un musulmán practicante debería poder adorar a Dios en cada segundo, en cada hora de cada día. El Islam es una forma de vida y no significa ni más ni menos que la sumisión al Dios Único.
Y no he creado a los genios y a los hombres sino para que Me adoren.
Corán 51:56
El concepto de Dios en el Islam lo describe como el más Misericordioso y el más Amoroso y todo lo que Él prescribe para la humanidad es en el mejor interés de la humanidad. La sumisión a la voluntad de Dios es un camino a la pureza, a la paz y finalmente al Paraíso.
La palabra que el Corán usa con más frecuencia para describir la adoración es Ibadah. Ibadah es la raíz de la palabra ‘ubudiyyah, que significa expresar humildad, y como con la mayoría de las palabras árabes, hay muchos matices de significado. Ibadah implica más que una conciencia de humildad. Es el completo sentido de la humildad que vence a quien está totalmente sometido a la voluntad de Dios, el Todopoderoso. La adoración es sumisión a Dios, la parte esencial de la sumisión es la humildad.
¡Pero glorifica a tu Señor con Su alabanza y sé de los que se postran!
Corán 15:98
La humildad puede llevarnos al Paraíso, al igual que su opuesto, la arrogancia sólo puede llevarnos al Infierno. Es la arrogancia de Shaytan lo que provocó su expulsión del Paraíso; cuando se negó a obedecer humildemente el mandato de Dios y no se postró ante Adán, el padre de la humanidad, se condenó a sí mismo y a sus seguidores al infierno. La falta de sumisión o humildad de Shaytan resultó en que una de las criaturas más piadosas de Dios cayera al abismo. [1]
Todos los ángeles se postraron. Pero no así Iblis que se negó a ser de los que se postraban. Dijo: ¡Iblis! ¿Qué te ocurre que no estás con los que se postran? Dijo: No me postraré ante un ser humano al que has creado de barro seco procedente de barro negro moldeable.
Corán 15:30-33
Nadie que se comporte con arrogancia o que actúe como si tuviera poder sobre los demás es capaz de una verdadera sumisión. Todo el poder y la fuerza es solo de Dios. Todos los seres humanos son iguales ante los ojos de Dios y las distinciones entre naciones, tribus y familias son solo para conocerse y no por enorgullecerse.
¡Hombres! Os hemos creado a partir de un varón y de una hembra y os hemos hecho pueblos y tribus distintos para que os reconocierais unos a otros.
Corán 49:13
Y en verdad que el más noble de vosotros ante Allah es el que más Le teme.
Allah es Conocedor y está perfectamente informado.
La humildad es piedad
El principal pilar de la adoración, la Ibadah, es la oración. La oración congregacional se realiza en filas donde todos las personas se ponen ante Dios como iguales. [2] No hay un lugar especial para los ricos o los poderosos, los débiles y los pobres no son relegados a la retaguardia. Cada hombre inclina su cabeza en humildad sabiendo que sus hermanos, a ambos lados de él, son igualmente importantes para de Dios. Solo una cosa eleva a un hombre o una mujer por encima de otro: la piedad. La verdadera piedad o rectitud no se puede lograr sin cultivar un sentido de humildad.
Y no pongas mala cara a la gente ni andes por la tierra con insolencia, pues es verdad que Allah no ama al que es presumido y jactancioso.
Corán 31:18
La humildad proviene de conocer a Dios y reconocer Su grandeza, amarlo y admirarlo; y proviene del conocimiento de uno mismo y de los propios defectos y debilidades. Dios otorga este atributo a aquellos que luchan por acercarse a Él a través de obras de piedad y justicia. [3] Un compañero cercano al Profeta Muhammad lo escuchó decir:
La riqueza no disminuye por la caridad, y Dios aumenta en honor a Su siervo cuando perdona a los demás. Y nadie se humilla ante Dios, sino que Dios lo eleve (en estatus).
Muslim
La humildad es una de las mayores bendiciones que Dios puede otorgar a un ser humano. Le permite lograr una sumisión genuina. El Profeta Muhammad estaba verdaderamente sometido a Dios; su carácter era de completa humildad y basado en una confianza sincera en Dios. Fue un modelo de bondad y humildad. De hecho, las características mostradas por el Profeta Muhammad eran exactamente opuestas al orgullo y la arrogancia. Cada aspecto de su vida reflejaba humildad, incluso al caminar, hablar, sentarse o comer.
El Profeta no se comportaba con los demás como si fuera mejor que ellos, ni despreciaba el trabajo manual. Uno de sus compañeros transmitió que el Profeta Muhammad trabajaba felizmente con sirvientes o trabajadores. Otros compañeros relataron que el Profeta ordenaba su casa, ataba camellos, alimentaba animales, comía con sus sirvientes y los ayudaba a amasar y traer provisiones del mercado. También se ha transmitido que solía visitar a los enfermos, asistir a los funerales, montar en un burro, aminorar el paso por el bien de los débiles y aceptar invitaciones de los pobres.
Los compañeros del Profeta Muhammad y las primeras generaciones de musulmanes entendieron el concepto de humildad. Se comportaron con humildad hacia Dios y la humanidad debido a su amor por Dios y su prójimo, y el miedo al castigo en la Próxima Vida.
Durante su califato, Omar ibn Al Jattab marchaba sobre Damasco con su ejército. Abu Ubayda estaba con él. Llegaron a un pequeño lago. Omar descendió de su camello, se quitó los zapatos, los ató y se los colgó del hombro. Luego le quitó el cabestro a su camello y entraron juntos en el agua. Al ver esto frente al ejército, Abu Ubayda dijo:
“¡Oh Comandante de los Creyentes! ¿Cómo puedes ser tan humilde delante de todos tus hombres?”
Omar respondió:
“¡Ay de ti, Abu Ubayda! ¡Si tan solo alguien más aparte de ti pensara de esta manera! Pensamientos como este causarán la caída de los musulmanes. ¿No ves que en verdad éramos un pueblo muy humilde? Dios nos elevó a una posición de honor y grandeza a través del Islam. Si olvidamos quiénes somos y deseamos otra cosa que no sea el Islam que nos elevó, Aquel que nos elevó seguramente nos degradará”.
El que es verdaderamente humilde es el que está verdaderamente bendecido. Cada vez que se siente superior a los demás, se acuerda de Dios, el Más Grande y Omnipotente, y se humilla en verdadera sumisión.
Los siervos del Misericordioso son aquéllos que caminan por la tierra humildemente y que cuando los ignorantes les dirigen la palabra, dicen: Paz.
Corán 25:63
Traducido del inglés del archivo de About Islam: Humility: the path to God
Notas al pie:
[1] Shaytan era un ser de entre los genios. Su nivel de piedad era tan alto que era elegible para adorar con los Ángeles.
[2] En la oración en congregación, los hombres y las mujeres están separados. Las mujeres a menudo tienen su propia área.
[3] Ibn al-Qayyim
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